Después de este primer ciclo de oxígeme, no puedo decir que mi vida ha cambiado, pero sí puedo afirmar que algo en mí ha cambiado y que ahora puedo ver lo que no quiero para mí. Todavía me falta valor y los personajes siguen teniendo fuerza. Al menos ahora los veo…
Lo que más ha cambiado en mi vida es que hasta ahora siempre estaba buscando. Cuando llegue al proceso sentía claramente «no quiero seguir buscando, estoy agotada, solo quiero ser feliz!» Con oxigeme he dejado de buscar, comprendo que mi proceso es mío, que supone compromiso conmigo misma y que sólo así encontrare quizá la felicidad, al menos La Paz.
Todavía tengo mucho camino por delante pero cuando miro atrás también veo todo el camino recorrido. Y al andar se hace camino y allá voy pasito a pasito. Aprendiendo a quererme aceptándome y aprendiendo a vivir sin miedo.
Gracias a todo el equipo de Oxígeme y de crisol, un click importante en mi vida.