Admirado y querido Dr. Almendro,
Estuve en la presentación de El laberinto de la ayahuasca y fue fascinante lo que allí explicó y más ha sido su lectura. Interesantísimo de principio a fin y sin desperdicio, muy nutritivo de información para el intelecto y el alma, realmente está todo en este libro. Me emocioné hasta las lágrimas -durante un buen ratito- con el relato de su experiencia de la pág. 403, por la belleza de lo narrado y por su generosidad en compartirlo, pues así, gente como yo, tenemos noticia de estas otras realidades maravillosas que ocurren en nuestro mundo. Y seguro que no ha sido fácil para usted darlo a conocer.
También magnífico, por lo bien contado que está, con lo difícil que es, el testimonio de E., sencillamente impresionante y esclarecedor de lo que es una experiencia con la liana. Y me ha encantado la humanidad, sensibilidad y empatía que destilan sus páginas hacia una gente machacada desde antiguo por todas partes. Es admirable. He entrado en la firma del manifiesto con la idea de contribuir, pero me ha dado vergüenza, porque solo soy una auxiliar de geriatría y no doy empaque al proyecto. Muy, muy interesante la terapia Oxígeme. En fin, aquí dejo condensado mi enorme agradecimiento por este su libro Homérico, como diría Miguelón, de la peli de John Ford. Un gran abrazo, doctor.
