Conocí a José María cuando comencé a venir a Madrid invitado a impartir algunas conferencias allá por el año 1992. En poco tiempo se me abrió el compartir ambas ciudades en mi trabajo como psicólogo.
Un día el psiquiatra Ramón Carballo, colega muy unido a José María, y Poveda, -como siempre le llamábamos- me invitaron a conocer a José Luis Pinillos, catedrático pionero de la Psicología en España. Estuvimos largas horas charlando los cuatro y así comenzó un honda amistad en compartir las líneas de los nuevos paradigmas en la ciencia y en la Psicología, tan ajenos a las facultades. Obviamente por mi parte ponía sobre la mesa mis pesquisas en relación a las teorías del caos sobre las cuales llevaba algunos años indagando.
José María siempre mostró un talante de aplauso y continuidad en los encuentros. Por su impronta y fuerza, y como profesor de neuropsiquiatría, se fraguó un congreso -el primero sobre Psicología Transpersonal en España- en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid con un lleno absoluto. En ese congreso participaron José Luis Pinillos, Jacques Mabit, Rosa Giove, y hasta el decano de la SECOP. Además profesionales venidos de Barcelona, Valencia etc., así como destacados pioneros en la Meditación, la Psicología, y la Medicina.
En 1997 José María editó el libro pionero titulado Chamanismo El Arte Natural de Curar, publicado por Temas de Hoy, y agotado en poco tiempo. En ese libro participamos varios de los investigadores en las medicinas indígenas. Jose María participó en mi libro la Conciencia Transpersonal editado por Kairós en 1999, contando hoy can varias ediciones.
Amigos entrañables de José María como Fernando Sánchez Dragó, José Luis González de Rivera han dejado una buena estela en internet en estos días.
Conocí su casa-centro Mahalaita, y lo último que supe por él mismo es que pensaba trasladarse a Camboya, Vietnam, siguiendo ese vértigo viajero, que a buen seguro José María continuará en los reinos transpersonales.
Gracias José María
Manuel almendro
