Rosa Amelia Giove Nakazawa, Médico Cirujano, murió ayer, 7 de Marzo de 20022, dejando atrás una estela de investigación y belleza en las Medicinas Indígenas que de hecho encarnan lo insondable en Cielo y Tierra.
La conocí allá por el año 1992 junto a Jacques Mabit, cuando ambos iniciaban el centro Takiwasi a fin de ofrecer curación y apoyo a los jóvenes sin recursos económicos que eran víctimas de la pasta base de cocaína de la zona de Tarapoto, Perú.
En el año 2000, junto a Jacques Mabit, participaron en el congreso que organizamos en la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Madrid y dejó atónito a los asistentes con su dulce voz y sus Ícaros.
Durante años compartí esa calidez sobrehumana en sus atenciones ofreciendo en su gesto la chispa de la niña que llevaba dentro. Y ya en familia en la maloca del centro Takiwasi abordando el misterio. Ella, entre otras aportaciones, se encargó de dar soporte científico a los hallazgos de esa “medicina del alma” milenaria con esfuerzo y dedicación inauditos.
Entre sus publicaciones me queda la satisfacción de haber participado en el libro Que es la Curación que edité para Kairós con su capítulo Visiones que Sanan Adicciones, esclarecedor y didáctico.
Su cara de japonesita sonriente del Sol Naciente Nakazawa perdurará en nuestra memoria.
¡Que el Corazón de Sol la recoja con su canto!
Manuel Almendro
