Hoy ha muerto Claudio Naranjo, e irremediablemente me llega la conexión y las imágenes de su rostro desde que en 1982 junto a un par de colegas lo llamamos para que viniese a Barcelona. Ya transitaba por la era psicodélica y recibí de él la importancia de Hara y la importancia de unir psicoterapia y meditación. Proponía en sus seminarios una meditación activa, abierta a lo que surgiera de la mente y de cara al fruto de la curación. La música era muy importante. Posteriormente y con su meticulosidad participó en el libro la consciencia transpersonal. Ha muerto en su casa de Berkeley Way, un lugar de encuentro y clave en su historia californiana.
Hace unos días me despedí de él en Girona.
Buen Viaje Pionero
Manuel Almendro